Cómo no escribir sobre el Coronavirus en estos tiempos si desde hace meses nuestra vida ha cambiado consecuencia de esta pandemia. Situación lamentable que ha cobrado la vida de miles de personas alrededor del mundo y que ha puesto en jaque a muchos negocios y economías en todas las latitudes del planeta. Estos son temas muy controvertidos de los que no podemos dejar de hablar, porque además si hablamos de COVID-19 y transformación digital, podemos decir que el cambio es inminente y las oportunidades también.
Números que suben y números que bajan.
No quiero hablar de números de contagiados ni de fallecidos, repito, es muy lamentable la situación pero creo que hay que tratar de ver las cosas desde otro punto de vista. No tanto fatalismo si no más bien, aprender de todo lo que está sucediendo, buscar soluciones y seguir adelante.
Esta circunstancia de crisis nos ha afectado a todos, en mayor o menor grado. Creo que nadie en el mundo se salva de sufrir algún tipo de efecto generado por la pandemia. Empresas que han dejado de producir y vender debido a la cuarentena, países golpeados sanitaria y económicamente. Grandes marcas, incluso gigantes tecnológicos como Apple y Alibaba, empresas de manufactura como Nestlé y Nissan entre otras muchas que han sufrido cuantiosas pérdidas por la parada de sus líneas de producción.
Índices bursátiles que se desploman pero otros que han ganado terreno y empresas que han multiplicado sus ventas debido a la pandemia y al cambio de hábitos al que hemos estado sometidos. Como dice el refrán: “Cuando hay crisis, unos lloran y otros venden pañuelos”.
Empresas que, debido a la naturaleza de su negocio (el digital), han visto una repentina alza de sus ingresos, y los pronósticos apuntan a que si la pandemia continúa, estas compañías podrían mejorar aún más sus ventas y el valor de sus acciones en los mercados bursátiles. Negocios como Zoom video, Netflix y Teladoc han experimentado alzas en el valor de sus acciones de hasta un 50% en lo que va de año. Otras como Amazon o Youtube, si bien no han visto repuntes significativas, tampoco se han desplomado y su caída ha sido menor que la del mercado general.
Ni hablar de las plataformas de gestión de trabajo a distancia. Empresas como Bitrix24, Monday.com, Slack, Basecamp entre otras, se han convertido en las preferidas de muchas organizaciones para poder cumplir con las medidas sanitarias, mantener protegidos a sus colaboradores, y no afectar tanto su productividad. Definitivamente, hablar de COVID-19 y transformación digital es asunto de hoy en día.
COVID-19 y transformación digital, el antes y el después.
Según mi apreciación (y la de algunos otros), existe un antes y un después del COVID-19. Yo lo voy a plantear desde el punto de vista del mercado tecnológico, el mercado conectado a Internet específicamente.
Voy a generalizar un poco y no me expresaré con números, pero para mi, antes del Coronavirus existían tres segmentos de personas en el mercado digital:
Las personas conectadas.
Aquel grupo de personas nativos digitales o no quienes están acostumbrados a desenvolverse de manera natural en el medio online y cuyos hábitos implican una digitalización de sus actividades cotidianas. Son personas que consumen tecnología y se manejan muy bien en el ambiente digital.
Las personas dudosas.
Son aquellas personas que no terminan de conectarse. Conocen y saben que la era digital ha llegado y es necesario incorporarse pero no terminan de ganar confianza o no les atrae tanto lanzarse a lo digital. Estas personas tienen que hacer operaciones Online solo por necesidad, pero aun sienten desconfianza al tener que realizar una compra online por temor a se estafados o “hackeados”.
Los desconectados.
Es el grupo de personas que se encuentra totalmente desconectado. No les gusta, no quieren o simplemente no conocen sobre tecnología e Internet. Son las personas que aborrecen tener que hacer algo en una computadora y tal vez no saben ni se esfuerzan por aprender a utilizarla. Poseen un smartphone, solo para hacer o recibir llamadas. Ni hablar de las redes sociales, quizás ni sepan que Facebook existe.
¿Pero qué está sucediendo ahora? La pandemia y la cuarentena nos ha obligado a cambiar nuestros hábitos. Los negocios han tenido que adaptarse para sobrevivir. El delivery y la compra Online ha tenido un gran impulso y se han convertido en salvadores. Los negocios que ya aplican estos métodos de venta han ganado, los que nó, han tenido que aprender y a muchos les ha tocado duro porque, al no encontrarse preparados, sin conocimientos ni experiencia en el eCommerce, han tenido fallas.
¿Entonces qué sucede? Esta “situación obligada” ha hecho que, el primer grupo, “los conectados” se afiancen en sus hábitos y en cierta forma, no hayan sufrido tanto, más bien se han beneficiado. El segmento de los dudosos, estoy seguro de que se han pasado al lado de los conectados. Por obligación, necesidad o por lo que sea pero si antes no tenían confianza, ahora se han dado cuenta de la importancia de cambiar la mentalidad.
Y los desconectados, si antes aborrecian encender un ordenador, pues ahora han tenido que hacerlo para teletrabajar o conversar con sus familias. Para celebrar cumpleaños virtuales, hacer compras o simplemente mantenerse informados. Este segmento ya está pensando en conectarse (si es que ya no lo han hecho).
El significado del cambio: Digitalización masiva y Oportunidades.
¿Pero qué es lo que significa que estos segmentos se estén moviendo hacia lo digital? Obviamente este movimiento representa oportunidades. Oportunidades para todos aquellos negocios que “finalmente” decidan conectarse. A ver si de una vez por todas los dueños de empresas terminan de convencerse de la necesidad de digitalizar los procesos. A ver si comienzan a pensar en implementar estrategias y procesos de eCommerce, comunicación y marketing digital.
Digitalizar procesos y pensar en la transformación del negocio, hoy en día ya no es una necesidad, es una obligación si en el mediano y largo plazo consideramos el deseo de mantenernos a flote en el mercado. La presencia en internet no se trata sólo de una obligación de informar las características de los productos a los posibles consumidores del mismo, se trata de convertir, vender en internet, captar más clientes, hacer crecer el negocio y llevarlo más allá de las fronteras que hoy en día lo limitan.
La cantidad de oportunidades que hoy se asoman para los negocios es invaluable. Si antes del COVID-19 había oportunidades en internet, hoy en día se multiplican porque quienes antes no creían ahora les ha tocado creer, por lo tanto el mercado se llena de muchos más potenciales clientes.
Si eres emprendedor, no debes dudarlo. Incorporar una estructura digitalizada en tu startup es lo ideal. Desde el comienzo tienes que incorporar procesos y estrategias digitales. Debes comenzar a construir tu negocio pensando en el presente, ya es inminente e inevitable la transformación digital y ese cambio de mentalidad debe comenzar por ti.
¿Y ahora qué sigue para nuestras vidas y para los negocios?
Lo que nos toca es preguntarnos: ¿Estamos preparados para “cambiar el chip”? En adelante todo va a ser mucho más digitalizado que antes. Nuestra manera de vivir definitivamente ha cambiado y por este hecho, absolutamente todo se verá afectado. Nuestra vida no será la misma después del COVID-19.
Como dueños de negocio debemos pensar en las alternativas que tendremos disponibles para mejorar nuestras propuestas de valor. Si aún no estamos conectados, pues debemos ir pensando en hacerlo. Digitalizar procesos y aplicar el cambio en nuestras estructuras de negocio y en las mentes de quienes la conforman. Mirar las oportunidades que esta circunstancia adversa representa para nosotros como empresarios y para nuestras marcas.
Como consumidores nos toca adaptar nuestras vidas, acoplarnos y por supuesto, conectarnos. Acostumbrarnos a que la vida no será la misma de aquí en adelante, y que el mundo también ha sufrido un atrevido revés. Cambiar nuestra perspectiva de la vida y estar conscientes de que hoy todo puede funcionar sin detalles y que mañana, tal vez, todo pueda volver a cambiar de repente. Estar preparados para los cambios, habituarnos a ellos. Los cambios significan crecimiento, desarrollo y éxito.